
Y de repente llegaste tú, y me dejaste sin aliento. Fue como si por un segundo se me parase el corazón, un escalofrío recorría todo mi cuerpo. En aquel momento, tomé aire y ahí estabas tú, tan atractivo y sonriente como siempre. Y es que me encanta verme reflejada en tus ojos, porque haces que me vea mejor de lo que soy. Cómo provoco tu pensamiento, sientes que me deseas, aunque no me puedas tener. Me gustaba estar dando vueltas todo el día por tu mente, aunque me odies a veces, y me quieras otra vez.
''Porque no hay salida. Lo has vuelto a hacer: has sonreído; por mí, y conmigo, una y otra vez.''
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