Perdámonos. Perdámonos sin que nadie lo sepa y sin que nos encuentren. Hagamos que nos tengan que buscar como el que busca un tesoro dentro de un cofre perdido. Y que así, no nos encuentren. que de ti, ya me encargaré yo de buscarte, y tú de encontrarme a mí. O mejor dicho, deja que me pierda en ti. Déjame comerte a besos. Perdeme este amanecer junto al aroma de tu cuerpo. No me saques del laberinto sin salida de tus ojos.
Y es verdad eso que dicen que a veces quien menos espera termina buscándote y tú encontrándolo.
No me vengas a dar lecciones de cordura, cuando lo que necesito es que alguien, en su sano juicio quiera enloquecer conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario