Si no tienes una sonrisa, te doy una de las mías.

-Tía, ¿te ha contestado?
-No, tía.
-Qué fuerte tía.
Por favor, deja de esperar. Hazte valer. No corras detrás de quien sabe dónde estás. De quien sabe como encontrarte. De quien sabe que le esperas y, aun así, no vuelve.
Por favor, arréglate para ti. Ponte guapa para ti. Coge tu mejor sonrisa y póntela. Para ti. Sal a la calle a comerte cada rincón, a demostrar quién eres. Lo que vales. Lo que mereces. Sin depender de nada, sin querer impresionar a nadie. Sólo a ti. Porque nadie te va a querer como te quieres tú.
Deja de pensar en lo que puede pensar ese que ni siquiera sabe el color de tus ojos. Y piensa en ti. Que te sabes hasta cada lunar. Deja de perder tiempo esperando. Que la vida vuela. Y las oportunidades también. Dale vida a quien se la merece. Date vida a ti. 
Venga, sonríe, que yo te sigo.
Por favor, tía, no te falles.