''Cada día me miro en el espejo y me pregunto: Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿quería hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es no durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo.''

miércoles, 26 de julio de 2017

Esas ganas de llorar que dan de repente, querer estar solo y al mismo tiempo necesitar un abrazo.

Se suponía que él nunca significaría tanto para mí, que nunca me dejaría enamorar tanto, pero lo hice y esa es la verdad, y ahora él es lo único que me mantiene feliz. Porque me duele como el infierno dejarlo ir. ¿Sabes lo que se siente cuando miras el sol? La forma en la que te ciega y no puedes ver nada más. Así es él, me hace feliz cuando el cielo está gris. Él es la luz de mi día entero. El único que hace que mi corazón se acelere. No puedo negar que mi felicidad es su nombre. Y su voz es como la banda sonora de mi vida. Su existencia se ha convertido en mi perdición. Pero yo no podría vivir sin él. Porque nada me pone más triste y nada me hace más feliz que él. Siento como si nadie pudiera entenderme. Y que tengo que ocultar mis sentimientos. Pero sé que no se lo podría contar a él porque se que no me entiende. Solo quiero un abrazo, solo abrazarlo. Y por mucho que intente, no puedo sacarlo de mi cabeza. Él es la razón por la que me mantengo despierta. La razón por la que no sé que hare con mi vida después. Y aquella por la que estoy dispuesta a romper las reglas. Si pudiera viajar por el mundo entero solo para ver su sonrisa, abrazarlo, estar siempre, lo haría. Literalmente no hay palabras para describirlo, y nunca he conocido a nadie como él. Porque te quiero como no he querido a nadie antes, solo tú tienes el poder que mi vida mejore, pero no quieres. El poder de hacerme sonreir sin razón, de que esté locamente enamorada. Solo tú. Y a pesar de todo esto,  no sé si seguir intentándolo o dejarte ir. Es estúpido esperar algo que sólo duele, pero también es estúpido dejar ir todo lo que quieres. Qué dificil es decidir cuando tu mente te dice renuncia y el corazón te pide a gritos un último intento.

Esas ganas de llorar que dan de repente, querer estar solo y al mismo tiempo necesitar un abrazo.

No sé si seguir intentándolo o dejarte ir. Es estúpido esperar algo que sólo duele, pero también es estúpido dejar ir todo lo que quieres. Que difícil es decidir cuando tu mente te dice renuncia y el corazón te pide a gritos un último intento.