Una sonrisa tuya hizo que mi mundo cambiara por completo. Tu sonrisa hizo que una chica como yo se fijara en ti. Tu sonrisa me hizo sentirme feliz. Quizás si que existan las casualidades.. como la de conocerte y sentir que estaba destinada a enamorarme de ti. La felicidad es difícil del encontrar, pero no es imposible. A veces la gente la tiene y no se da cuenta. Yo solo te necesito a ti para ser feliz.♥
''Cada día me miro en el espejo y me pregunto: Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿quería hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es no durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo.''
domingo, 27 de abril de 2014
domingo, 20 de abril de 2014
¿Qué es la razón?
''La razón es aquello en que estamos todos de acuerdo. La verdad es otra cosa. La razón es social; la verdad individual.''
No es momento de tomar decisiones rápidas
No es momento de tomar decisiones rápidas, es momento de cometer errores, de subirse al tren equivocado y extraviarse, de enamorarse a menudo. De cambiar de ideas y de volver a cambiar porque no hay nada permanente…así que cometed todos los errores que podáis, y algún día cuando nos pregunten qué queremos ser, no tendremos que adivinarlo… lo sabremos.
Todo esfuerzo tiene su recompensa
Si crees que as perdido la esperanza te equivocas siempre hay algo por lo que seguir luchando, busca, busca en el fondo de tu corazón y allí encontraras la respuesta. Algo por lo que vale la pena esforzarse , disfrutar, vivir, soñar, sonreír
Reflexiones.
El tiempo funciona sin pilas. Los trenes no esperan y se largan. Los capuchones de los bolígrafos se pierden. Las palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. La batería de los móviles siempre falla. Las miradas ya son sin compromisos. La música pierde interés por sus letras. Los zapatos se desgastan. Los sueños siempre llegan con retraso. El pasado te hace rebobinar tu vida. Los días martes y trece conspiran contra a ti. Los besos se agotan. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin venir a cuento. Los lunes son odiosos. Los compromisos se desentienden. Las luces se funden. Los sentimientos se confunden. Los semáforos siempre se ponen rojos si los miras. Las prisas te retrasan. Los momentos son instantes. Los perros ladran por que sí. Y los gatos son muy perros. Los malos son muy malos, y los buenos, no tan buenos.
lunes, 7 de abril de 2014
Como un sueño prohibido, pero a la vez hecho realidad ♥
Bien, no sé como empezar, aunque hacerlo con esa palabra me parece una buena forma. En mi cabeza siempre hay muchas cosas, y esta vez encuentro de todo menos las palabras que verdaderamente me hacen falta. Aunque quizás me hago un favor porque, los dos sabemos que en la mayoría de las ocasiones las palabras están de más. Las ideas se me escapan de las manos. Parece que puedo ver como casi soy incapaz de retenerlas. Muchas veces ha pasado lo mismo con mis ganas. Sin embargo, siempre ha habido algo que ha hecho que volvieran y sigo sin poder ponerle nombre tampoco, aunque sé perfectamente que eres tú. Yo y mi estúpida manía de querer poder explicarlo todo. Y no sé hacerlo, lo admito, pero pienso continuar con esto, porque hay otras tantas veces en las que si que es necesario.
Pensaba que sería más fácil, pero que no lo sea solo me confirma que eres tan importante que creo que me la juego hasta con un par de palabras. Pero esta vez parece que es algo más que eso.
También recuerdo lo primero que se me pasó por la cabeza cuando me abrazaste y por fin decidimos dar el primer paso. Aquella noche en la que tus brazos me llamaban todo el rato. Y la tranquilidad. Lo eterno que se hizo todo y lo irreal de la situación. Son los pequeños detalles, las pequeñas cosas. Tu cara de ‘acércate y bésame’. Tu forma de acercarte con esa media sonrisa cuando hago de las mías. La manera en la que te acercas con los brazos abiertos o las advertencias cuando te suelto. La sutileza de esos momentos en los que no decidimos ir donde está el otro, sino que simplemente dejamos que ocurra, porque parece que no se puede hacer nada al respecto. Yo echada sobre tu pecho, o tus brazos rodeando mi cintura. Nuestros pasos desiguales y la brisa, el viento, la lluvia o lo que sea.
Tus manos frías tocando mi cintura. Los abrazos cuando más lo necesito, esas sonrisas tontas y tu olor impregnado en mi ropa. La oscuridad que nos consiente, tus besos que me llenan y nuestras palabras sin sentido.
Tus idioteces que complementan a las mías o al revés, o puede que incluso simplemente se hagan compañía, como nosotros mismos, a parte de la vida. Porque me la das. Tu risa. La mía. Mi risa estúpida y como te ríes de ella. Como nos reímos juntos. Como me haces reír. Como pasan los minutos y las horas cuando estamos cerca ¿verdad? Y nuestras conversaciones serias. La manera en la que puedo hablar contigo de cualquier cosa, independientemente de lo que pueda venir después. Y los piques. Ya no sé si son tontos o no. Sinceramente tampoco quiero pensarlo. Mi estado de ánimo inestable, y el tuyo ganando equilibrio poco a poco. Creciendo. Creo que los silencios lo dicen todo a su manera, como los besos o las lágrimas. Lo difícil es saber que es exactamente lo que dicen y lo mejor es que nos entendamos. Las palabras se malinterpretan, y las caras, ya sabes, ejem ejem... Yo solo espero que sigan apareciendo esas ganas para tumbarlo todo y que luego solo aparezcas tú con tus labios cálidos en mis días fríos.
Me callo muchas cosas porque no sé ordenar las palabras, pero guardo más de lo que crees. Supongo que ahora mismo puede comprobarse, y es algo que no va a cambiar. Ya ves que me quedo con esas pequeñas cosas que hacen de esto algo grande. Puede que sea lo más grande que haya vivido hasta ahora. Y si, hablo por mi. Solo por mi porque sé de qué hablo. Y besarte. Besarte hasta que nos alcancen los días en contra.
Deseando que llegue el verano para poder pasar las 24 horas a tu lado, al lado de la persona que más quiero.
Y esque, antes de todo esto, empezamos siendo dos desconocidos unidos por unas intensas miradas, viendo como pasaba el tiempo mientras estábamos sentados en aquel banco.
Algo inexplicable, pero a la vez increíble. Te quiero mucho. 23
Pensaba que sería más fácil, pero que no lo sea solo me confirma que eres tan importante que creo que me la juego hasta con un par de palabras. Pero esta vez parece que es algo más que eso.
También recuerdo lo primero que se me pasó por la cabeza cuando me abrazaste y por fin decidimos dar el primer paso. Aquella noche en la que tus brazos me llamaban todo el rato. Y la tranquilidad. Lo eterno que se hizo todo y lo irreal de la situación. Son los pequeños detalles, las pequeñas cosas. Tu cara de ‘acércate y bésame’. Tu forma de acercarte con esa media sonrisa cuando hago de las mías. La manera en la que te acercas con los brazos abiertos o las advertencias cuando te suelto. La sutileza de esos momentos en los que no decidimos ir donde está el otro, sino que simplemente dejamos que ocurra, porque parece que no se puede hacer nada al respecto. Yo echada sobre tu pecho, o tus brazos rodeando mi cintura. Nuestros pasos desiguales y la brisa, el viento, la lluvia o lo que sea.
Tus manos frías tocando mi cintura. Los abrazos cuando más lo necesito, esas sonrisas tontas y tu olor impregnado en mi ropa. La oscuridad que nos consiente, tus besos que me llenan y nuestras palabras sin sentido.
Tus idioteces que complementan a las mías o al revés, o puede que incluso simplemente se hagan compañía, como nosotros mismos, a parte de la vida. Porque me la das. Tu risa. La mía. Mi risa estúpida y como te ríes de ella. Como nos reímos juntos. Como me haces reír. Como pasan los minutos y las horas cuando estamos cerca ¿verdad? Y nuestras conversaciones serias. La manera en la que puedo hablar contigo de cualquier cosa, independientemente de lo que pueda venir después. Y los piques. Ya no sé si son tontos o no. Sinceramente tampoco quiero pensarlo. Mi estado de ánimo inestable, y el tuyo ganando equilibrio poco a poco. Creciendo. Creo que los silencios lo dicen todo a su manera, como los besos o las lágrimas. Lo difícil es saber que es exactamente lo que dicen y lo mejor es que nos entendamos. Las palabras se malinterpretan, y las caras, ya sabes, ejem ejem... Yo solo espero que sigan apareciendo esas ganas para tumbarlo todo y que luego solo aparezcas tú con tus labios cálidos en mis días fríos.
Me callo muchas cosas porque no sé ordenar las palabras, pero guardo más de lo que crees. Supongo que ahora mismo puede comprobarse, y es algo que no va a cambiar. Ya ves que me quedo con esas pequeñas cosas que hacen de esto algo grande. Puede que sea lo más grande que haya vivido hasta ahora. Y si, hablo por mi. Solo por mi porque sé de qué hablo. Y besarte. Besarte hasta que nos alcancen los días en contra.
Deseando que llegue el verano para poder pasar las 24 horas a tu lado, al lado de la persona que más quiero.
Y esque, antes de todo esto, empezamos siendo dos desconocidos unidos por unas intensas miradas, viendo como pasaba el tiempo mientras estábamos sentados en aquel banco.
Algo inexplicable, pero a la vez increíble. Te quiero mucho. 23
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